Las chimeneas eléctricas son una opción más limpia y fácil de instalar que las tradicionales. Puedes optimizar su consumo utilizando temporizadores.
¿Cuánto consume un horno y cómo ahorrar? Mitos y leyendas
Responder a la pregunta cuánto consume un horno no es sencillo si partimos de que el cálculo depende de factores tan dispares como las propias características del aparato, sus funcionalidades y, sobre todo, del uso que hagas de él.
Sí podemos avanzar desde ya, que el consumo de un horno eléctrico de media supone menos del 10 % del gasto eléctrico total en una vivienda. Aunque piensa que no es lo mismo tener un aparato con etiqueta energética F que A, o con una capacidad de 30 o de 50 litros.
Así las cosas y sabiendo que los factores que influyen en su consumo son múltiples, no queremos que tengas que renunciar a un electrodoméstico tan versátil por ahorrar energía.
Por ello, vamos a profundizar en cuánta energía gastan realmente, a derribar algunos mitos que le otorgan mala fama y a ofrecerte algunas recomendaciones para ahorrar que realmente funcionan.
¿Cuánto consume un horno eléctrico?
El consumo medio en España de un horno eléctrico –que se mide en kilovatios por hora (kWh)– es de 229 kWh aunque la cifra final depende de factores como su capacidad, el tiempo de uso y la potencia a la que lo programes.
Según el Instituto de Diversificación y Ahorro (IDAE) el consumo de un horno eléctrico supone un 8,3 % del consumo anual del total de los electrodomésticos, lo que representa menos que el modo en espera conocido como standby.
Esto ocurre porque, a pesar de que estos aparatos cuentan con altas potencias, no se utilizan de manera continuada como sí ocurre con electrodomésticos como la televisión o el frigorífico.
Ten en cuenta que no utilizan la energía de manera constante porque cuando alcanzan la temperatura programada se apagan, utilizando menos electricidad real en todo el proceso.
A modo orientativo, cocinar un pollo, que supone unos 45 minutos a 180º, puede consumir entre 50 céntimos y un euro, dependiendo de la tarifa de luz y de si cuentas con un precio fijo o con discriminación horaria.
En todo caso, puedes fijarte en la etiqueta de eficiencia energética que, en lo que respecta a estos aparatos, debe indicar el consumo de un ciclo de cocción en modo convencional y en modo convección si dispone de ella.
El gasto en energía de los ciclos de cocción se encuentra definido por la norma UNE-EN 60350-1. De esta manera, para calcular el consumo del horno basta con que multipliques los ciclos que vayas a usar para obtener un consumo en kWh anual. Tras este cálculo, solo tendrás que multiplicar esa cantidad por el precio al que pagas el kWh.
De este modo, puedes comprobar que el precio viene determinado por la tarifa de la luz que tengas contratada, como acabamos de comentar hace unas líneas.
3 mitos y leyendas sobre los hornos eléctricos
Al pensar en el consumo eléctrico del hogar, probablemente el horno se convierta en el principal electrodoméstico cuyo uso pienses en limitar para controlar el gasto de luz. Esta creencia suele fundamentarse en algunos conceptos inexactos de los que queremos hablarte.
El horno es el electrodoméstico que gasta más energía
Aunque en un principio esto puede justificarse porque estos aparatos trabajan con potencias muy altas, puedes elegir modelos de bajo consumo que consumen hasta un 60 % menos de electricidad según los datos aportados por varias marcas de electrodomésticos consultadas.
Además, si no necesitas una gran capacidad, algo que inevitablemente va ligado al tamaño del aparato y a su consumo, los hornos de sobremesa pueden ser una magnífica opción para disfrutar de recetas sanas de modo más accesible.
Por regla general, como ocurre con otros electrodomésticos, cuanto mayor es la potencia que ofrecen, más rápido cocinan los alimentos y más gastan en contrapartida.
En este sentido, opta siempre por electrodomésticos con una etiqueta de eficiencia energética A o lo más cercana posible a esa letra que son los que consumen menos para un mismo resultado.
Todos los hornos gastan lo mismo
Con estos pequeños electrodomésticos ocurre como con el resto, por lo que no todos gastan lo mismo.
Te lo hemos avanzado ya con respecto a la etiqueta energética, pero debes fijarte también en otros elementos como que cuenten con un ventilador 3 D o 4 D. Este elemento ayuda a repartir de manera más homogénea el calor aprovechando mucho mejor la energía.
Por otro lado, si bien es cierto que los modelos de gas proporcionan un poder calorífico más elevado, los de convección tardan menos en cocinar los alimentos con respecto a los convencionales y distribuyen el calor de forma estable y homogénea a lo largo de la cocción.
Siempre hay que precalentar el horno
Esta es una idea muy extendida que, sin embargo, no es del todo cierta.
El precalentamiento no es un requisito para todas las recetas, la mayoría no lo necesitan porque requieren un tiempo de cocción lento y largo para asar los alimentos con éxito.
¿Cómo ahorrar con un horno eléctrico?
La manera en que usas tus electrodomésticos impacta directamente en tu consumo de electricidad. Toma nota de los siguientes consejos para ahorrar luz usando este aparato en concreto.
Limita el uso de la pirólisis pero mantenlo limpio
Ten presente que la pirólisis de los hornos conlleva un gasto muy importante, ya que se trata de carbonizar a unos 500º los restos de comida que haya para que se limpien fácilmente.
De acuerdo con la información que comparte la Organización de Consumidores y Usuarios (OCU) utilizar este método para limpiar el horno puede suponer alrededor de 1 €.
No obstante, limpia siempre tu horno después de cada uso con un producto adecuado para evitar que la suciedad impacte negativamente en sus prestaciones.
No abras la puerta
Actualmente los hornos cuentan con una apertura frontal y luz incorporada que te permite supervisar la cocción sin necesidad de abrir el horno y perder energía.
Además, en recetas como los pasteles puedes hacer que se desinflen con el cambio de temperatura y no queden bien.
Trocea los alimentos
Volvamos al ejemplo de la cocción de un pollo para ilustrar este punto. Si quieres asar un pollo entero que no esté relleno, trocéalo. Así se hará antes, ya que el calor puede repartirse de manera homogénea por todo el alimento.
Precocina algunos alimentos
Sobre todo en el caso de las verduras, puedes reducir el consumo hirviéndolas antes de introducirlas al horno. Esto te permite disminuir el tiempo de cocción sin renunciar a un resultado exquisito.
Elige las funcionalidades que respondan a tus necesidades
En cuestión de electrodomésticos, seleccionar el aparato adecuado pasa por estudiar las funcionalidades que te puede ofrecer.
En línea con esto, los hornos con función microondas pueden ayudarte a sacar el mejor partido a tus recetas eligiendo el modo de cocción adaptado en cada caso optimizando así el uso de la electricidad.
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En las subidas y bajadas del precio de la luz intervienen factores como la dependencia de los combustibles fósiles o el desabastecimiento energético.
El funcionamiento del termo eléctrico es sencillo y consiste en calentar el agua fría de su depósito mediante una o varias resistencias eléctricas.