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Consejos para el mantenimiento del aire acondicionado

El mantenimiento del aire acondicionado supone un plan de acción doble que incluye no sólo la limpieza, sino también el cuidado de las piezas de forma preventiva. Ambas acciones están enfocadas en mejorar su rendimiento y alargar su vida útil, y pueden realizarse por profesionales especializados o por ti mismo siguiendo siempre las instrucciones del fabricante.

En este artículo te vamos a compartir una serie de útiles consejos para mantener tu aire acondicionado en perfectas condiciones de uso, pero también para prevenir posibles reparaciones que se pueden detectar de forma anticipada.

¿Cómo saber si el aire acondicionado necesita mantenimiento?

En principio, todos los sistemas de aire acondicionado necesitan un control regular que puede ser de mayor o menor alcance.

En línea con lo anterior, los trabajos de mantenimiento pueden ser obligatorios, opcionales o preventivos y buscan detectar o solucionar problemas previamente a que aparezcan señales de posibles reparaciones.

Algunas de estas evidencias se manifiestan de las siguientes formas:

  • Flujo de aire bajo. La razón suele ser que los filtros están sucios, el motor que impulsa la turbina no funciona bien, el ventilador está estropeado o el evaporador está sucio.
  • No enfría. Esta señal puede tener muchos orígenes siendo los más comunes la falta de gas refrigerante o que el compresor no enciende.
  • Mal olor. Los malos olores del aire acondicionado suelen tener como origen que los filtros están sucios o que tienen moho.
  • Mucho ruido. Puede ser provocado por falta de limpieza de los filtros, porque los conductos del aire están obstruidos o porque el equipo está mal instalado y vibra cuando está en funcionamiento.
  • La rejilla no se mueve y se queda fija. La causa puede ser que está sucia y la misma suciedad bloquea el mecanismo de apertura de la rejilla o porque el aparato está mal nivelado.
  • Consumo excesivo. Si en la factura detectas un incremento desproporcionado del consumo del aire acondicionado, puede que el termostato no esté funcionando como debería.
  • Se forma hielo en las tuberías o en el evaporador. Esto apunta a un fallo en el refrigerante o a problemas de circulación.
  • Se desconecta a menudo. Puede ser por problemas en el sistema eléctrico o por sobrecalentamiento interno.
  • Tarda en encenderse. El condensador de arranque o la alimentación eléctrica pueden estar afectadas.
  • Desprende agua. El problema puede estar en el condensador o en que la bandeja de drenaje está obstruida.
  • Diferentes temperaturas en las estancias. La distribución de los conductos no es correcta o estos están obstruidos.
  • Aparición de polvo o impurezas tras encender el equipo. Una de dos, o los filtros están sucios o el sistema de refrigeración está mal sellado.
  • El control remoto no funciona. El origen del problema puede estar en las baterías, en la señal de encendido o en el receptor del equipo.

Si detectas alguna de estas señales investiga más a fondo y llega al origen a fin de ponerle solución cuanto antes para que el problema no vaya a más.

Mantenimiento aire acondicionado

Consejos y tareas para el mantenimiento del aire acondicionado en óptimas condiciones

Mantener tu equipo de refrigeración en óptimas condiciones es una preocupación que puede verse recompensada con una mayor vida útil del equipo, con un menor consumo de luz y con un ahorro económico en reparaciones graves del mismo por haberlas detectado a tiempo.

Para conseguir lo anterior te listamos y desglosamos una serie de sencillos consejos.

Limpiar y sustituir los filtros de aire

El objetivo principal de los filtros del aire es atrapar todo el polvo y suciedad del ambiente antes de pasar el aire limpio al circuito de refrigeración.

Siendo así, es lógico pensar que estos componentes se enfrentan a un gran trabajo de filtrado que requiere un mantenimiento igual de importante.

Esta operación es muy sencilla de llevar a cabo si los filtros son extraíbles. De hecho, en este caso es una labor que puedes hacer tú mismo.

Simplemente has de extraerlos con cuidado, quitar el polvo y pelusas que puedan tener –puedes ayudarte de la aspiradora– y una vez estén libres de basura, lavarlos con agua fría y jabón.

Para completar la operación debes ponerlos a secar a la sombra y una vez secos, estarán listos para que los vuelvas a colocar en su sitio.

A pesar de que una limpieza como la que te hemos explicado es suficiente para que los filtros del aire queden como nuevos, con el paso del tiempo se van deteriorando y será necesario que los sustituyas por unos nuevos.

Cuando el sistema de aire acondicionado es por conductos, la cosa cambia y necesitarás de un profesional especializado para llevar a cabo el proceso.

Limpiar el drenaje

El drenaje del sistema de refrigeración se realiza por el desagüe del split que es un tubo fino por el que el agua va cayendo. Cuando no se limpia por un tiempo, el mismo agua acumulada provoca malos olores e incluso la proliferación de bacterias que pueden acabar incidiendo en el funcionamiento del equipo.

Así las cosas, has de desaguar de vez en cuando el equipo, vaciando el agua estancada para dar paso a agua nueva.

También deberás comprobar que la manguera está correctamente instalada y que el ángulo de instalación sea el adecuado para facilitar el drenaje

Limpiar la unidad interior

Para limpiar la superficie de la unidad interior debes asegurarte de no usar productos abrasivos.

La solución es simple. Ayúdate con un paño sintético mojado en una disolución de agua con un 10 % de lejía y listo.

Limpiar la unidad exterior

En este caso, la unidad exterior cuenta con componentes como el compresor, el refrigerante o el intercambiador que están situados por fuera de la vivienda.

Esto implica que están más expuestas por lo que la periodicidad de limpieza ha de ser mayor a fin de que no acumulen suciedad que interfiera en su correcto funcionamiento.

Dependiendo de la ubicación de la unidad exterior puede que sea necesario que contrates su limpieza a una empresa especializada con medios suficientes para llevar a cabo el proceso con unas mínimas garantías de seguridad y para mejorar la eficiencia del aire acondicionado.

Controlar las fugas de refrigerante

Como ya puedes imaginar, es importante que no se produzcan fugas de refrigerante y, en caso de producirse, que las detectes cuanto antes.

Una vez detectada la fuga, deberás contactar con una empresa especializada en la manipulación de gases fluorados para que proceda a la reparación.

Chequear los cables y elementos eléctricos  

Comprueba que el cable está en buen estado y no se encuentra pelado, por ejemplo.

El resto de comprobaciones de los componentes eléctricos es recomendable que las realice un profesional especializado, sobre todo por motivos de seguridad en la manipulación.

Verificar los soportes de sujeción

Puede que con el paso del tiempo o con la exposición exterior si se da, los soportes que sujetan el aparato se hayan aflojado o incluso se hayan visto afectados por la humedad o por la roña.

Cambiarlos por unos nuevos es la solución en este caso para evitar males mayores.

Otros consejos

Además de los anteriores, te compartimos una batería rápida de otros útiles consejos a continuación:

  • No limpies los filtros con agua caliente, a más de 40 ºC.
  • No uses sustancias inflamables como el alcohol.
  • No uses líquidos en la limpieza de los paneles electrónicos.
  • Apaga el aparato cuando lo estés limpiando.

¿Es obligatorio hacer el mantenimiento a tu aire acondicionado?

Sí, es obligatorio cumplir con el mantenimiento de los sistemas de aire acondicionado según queda regulado en el Real Decreto 1027/2007, de 20 de julio, en el que se aprueba el Reglamento de Instalaciones térmicas de los Edificios (RITE).

Al margen de lo establecido por ley, es recomendable hacer una revisión anual justo antes de empezar a usar el sistema de refrigeración o si se detecta alguna de las señales que hemos mencionado anteriormente.

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