
Evitar que las palomas se acerquen a los paneles solares es necesario para no dañarlos. Puedes colocar mallas, pinchos o sistemas de bloqueo antipájaros.
El suelo radiante con aerotermia se está convirtiendo en una combinación demandada por cada vez más usuarios, conscientes de que combinar las posibilidades de la extracción de energía del aire de la aerotermia con las bondades de un circuito de agua caliente (o fría) como es el suelo radiante se traduce en una eficiencia energética superior.
Ante esta posibilidad, a lo largo de este artículo te vamos a mostrar cómo funcionan cada uno de estos sistemas y cuáles son las ventajas de combinar ambos.
La aerotermia es un tipo de tecnología con base en el aprovechamiento de la energía del aire exterior para climatizar –tanto calentando como enfriando– espacios y que también sirve para generar Agua Caliente Sanitaria (ACS).
Generar energía aerotérmica no requiere de ningún combustible extra, sólo de la electricidad de los aparatos empleados para poner en marcha el circuito del sistema de conversión del aire.
El suelo radiante es un sistema de calefacción o de refrigeración basado en un circuito de tuberías de agua instaladas bajo el pavimento y que se caracteriza por su gran eficiencia energética, por el confort que aporta y por el ahorro de espacio que supone su instalación.
Debe su nombre a que la transmisión de calor que produce se hace por radiación, de ahí la denominación “suelo radiante”. En este punto, hay que señalar que una parte pequeña del traspaso de energía también se produce por convección natural.
Como ya hemos anticipado, el sistema de aerotermia con suelo radiante se configura por la impulsión de agua (a unos 40º en invierno y a unos 16º en verano) desde la bomba de calor aerotérmica al circuito de tuberías de agua instaladas bajo el suelo.
Este circuito de tuberías lo suelen conformar tubos de tres tipos:
Una vez instalado el circuito de tubos se ocultan bajo una capa de mortero y sobre él se coloca el pavimento final que puede ser de distintos tipos, siendo los más habituales el cerámico, la piedra y el suelo laminado de madera.
Los elementos que intervienen en la instalación de un combinado de aerotermia y suelo radiante son los que te detallamos a continuación.
Las bombas de calor aerotérmicas aire-agua permiten la doble climatización de la que venimos hablando en este artículo, esto es, calefacción y refrigeración.
La tecnología empleada se basa en el ciclo termodinámico de Carnot mediante el que se extrae la energía presente en el aire haciéndola pasar por un cambio de fase para que produzca dicho calor o frío.
La base de forja o forjado es el espacio donde se va a realizar la instalación. Tiene que constar de una banda perimetral de cinta esponjosa en forma de rodapié que tiene la misión de evitar los puentes térmicos y acústicos.
En este punto se instala un film de polietileno para evitar la humedad entre la base y la superficie de suelo radiante, y se remata con la colocación del panel aislante.
El siguiente paso tiene como protagonista al circuito de distribución con su diseño de tuberías para distribuir el calor o frío al espacio en cuestión. Una vez diseñado el circuito se asegura con unas grapas de sujeción especiales.
Aquí ya entran en acción las bombas de circulación y los colectores. Las primeras van a distribuir el agua por el circuito hidráulico y los segundos van a permitir regular de forma independiente la temperatura de cada estancia según las necesidades de calefacción o refrigeración que tengan.
Una vez que las tuberías están instaladas se aplica una capa de mortero que da lugar a una solera emisora de la temperatura elegida.
Llegamos a la última fase de la instalación donde el actor principal es el pavimento elegido y que como ya hemos mencionado puede ser cerámico, de piedra, cemento pulido, pizarra, mármol o laminado de madera, entre otros.
Ya solo queda establecer los sistemas de control que te ayudan a controlar y regular la instalación por zonas.
En el listado de ventajas de la combinación de aerotermia con suelo radiante hemos recogido las siete principales y que te pasamos a enumerar a continuación.
El aporte de confort y comodidad de esta combinación se basa en que el calor –o el frío– se reparte uniformemente por todas las estancias.
Por su parte el suelo radiante ayuda a que la inercia térmica y las corrientes de aire sean menores o incluso nulas lo que redunda en mantener una temperatura estable todo el tiempo
La ausencia de ruidos –de la que hablaremos en detalle más adelante– también es un punto a favor del confort al no tener que escuchar el borboteo por burbujas de aire que producen algunos radiadores, por ejemplo.
En este punto es importante recordar que en un sistema de calefacción convencional con radiadores y caldera de condensación, la temperatura de fluido debe estar entre 60 y 80 ºC, mientras que con el suelo radiante y la aerotermia esta temperatura se reduce a entre 30 y 50 ºC.
El rendimiento de las calderas de condensación, en torno al 95 -100 %, también se ve en desventaja frente al rendimiento medio de las bombas de calor por aerotermia y que puede alcanzar el 230-250 %.
La doble opción en cuanto a climatización es un punto a tener en cuenta, dado que los usuarios cada vez demandan más que los sistemas sean integrales para abarcar ambas opciones –climatizar y refrigerar– sin tener que incurrir en instalaciones adicionales.
Vivimos en un mundo cada vez más concienciado con el Planeta y de ahí que el respeto por el medioambiente en forma de una menor emisión de gases contaminantes sea prioritario.
En este sentido, la aerotermia supone el empleo de energía limpia al 100 % y renovable como es el aire y no genera residuos contaminantes ni emisiones de CO2.
El ahorro energético asociado a esta combinación de recursos de climatización hace que en unos 8 o 10 años puedas recuperar la inversión inicial realizada en la instalación.
Este dato es importante si tienes en cuenta que el alto coste inicial de la inversión es un hándicap en muchos casos para acometer esta obra.
La ventaja estética de permitir espacios diáfanos es algo que hemos apuntado ya en este artículo.
Esta ventaja se traduce en una mayor facilidad a la hora de diseñar e integrar la decoración de cada estancia, amén de disponer de un mayor espacio en general.
También hemos dado ya alguna pincelada sobre esta bondad del combo aerotermia y suelo radiante.
El conjunto de esta instalación se asemeja al de un suelo flotante en el que el forjado ayuda a reducir el ruido por impacto.
Evitar que las palomas se acerquen a los paneles solares es necesario para no dañarlos. Puedes colocar mallas, pinchos o sistemas de bloqueo antipájaros.
Las comunidades solares son proyectos promovidos por entidades públicas o privadas que facilitan el acceso a una electricidad renovable de proximidad.
Las ventanas solares o fotovoltaicas cumplen la función de paneles solares, pero dejan pasar la luz. Se integran con la estética y refuerzan el aislamiento.