Los vampiros eléctricos existen y consumen electricidad aún cuando no están funcionando. Hay soluciones como los enchufes inteligentes o la domótica.
Los 7 problemas eléctricos más comunes
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Los problemas con la electricidad pueden aparecer cuando menos te lo esperas y de la forma que menos imaginas. Su alcance puede ser desde una simple chapucilla a una reparación de gran calado económico. Además de acarrear consecuencias para la vivienda, los equipos electrónicos o los electrodomésticos, también pueden suponer un riesgo de seguridad.
Aparatos como el protector y el regulador de tensión o el Sistema de Alimentación Ininterrumpida (conocido por las siglas, SAI) sirven para proteger algunos de tus equipos o para mantener el suministro en situaciones de emergencia.
De los problemas eléctricos más comunes y de cómo solucionarlos es sobre lo que va a versar este artículo en el que te vamos a plantear un formato problema-solución.
7 problemas eléctricos más comunes y cómo solucionarlos
Los problemas eléctricos pueden ser muchos y muy variados, y no tendríamos suficiente con un artículo para hablar de todos ellos. Por este motivo, nos vamos a centrar en los más comunes y en las posibles soluciones a cada uno de ellos.
Interrupciones de suministro
En las interrupciones de suministro se produce un corte total de la entrada de energía eléctrica que puede deberse a caídas de las líneas, a fenómenos atmosféricos, a accidentes o desastres naturales, o a una excesiva demanda de energía, entre otras razones.
El alcance de las interrupciones de suministro también es variado pudiendo ser momentáneo, temporal o sostenido.
Las soluciones a este problema vienen dadas por la rapidez con la que la empresa encargada pueda ejecutar y restablecer el suministro. El usuario está en sus manos para contar con que el problema queda resuelto.
Saltos de diferencial por subida de la tensión
Los saltos del interruptor diferencial se deben a que el consumo eléctrico supera la potencia firmada en contrato, se produce un aumento de la tensión que el suministro no es capaz de cubrir y se para.
La causa más común es el uso de demasiados aparatos eléctricos al mismo tiempo o cuando tienes varios electrodomésticos enchufados y funcionando a la vez demandando potencias altas.
La solución es sencilla y consiste en parar alguno de los electrodomésticos o desenchufar alguno de los aparatos, bajar los plomos, esperar un par de segundos y volverlos a conectar para volver a entrar dentro de la potencia contratada con la compañía correspondiente.
Si el problema persiste quizás tengas que plantearte cambiar de potencia.
Sobretensiones y cortocircuitos
Las sobretensiones también se conocen con el nombre de transitorios y son golpes rápidos de luz que se producen por variaciones en el flujo de electricidad.
No hay problema cuando una sobretensión se produce de forma aislada, pero si se repite con frecuencia lo mejor será que revises tus conexiones eléctricas porque es probable que tengas un problema con los cables de tu instalación.
Pérdida de aislamiento
La pérdida de aislamiento es un problema eléctrico muy común y es el responsable de causar averías eléctricas que pueden llegar a ser de mucha gravedad.
Esta problemática se puede dar por que el material de recubrimiento del aislamiento es muy viejo y está deteriorado por el tiempo o porque no le has prestado el mantenimiento necesario para asegurar su buen estado.
La reparación de una avería eléctrica por pérdida de aislamiento la tiene que llevar a cabo un profesional.
Sobrecarga de enchufes
La sobrecarga de enchufes se manifiesta cuando conectas demasiados aparatos a una misma toma de corriente. Con toda probabilidad este hecho provoca que se sobrecaliente pudiendo llegar incluso a provocar un incendio.
La solución es tan simple como distribuir de forma sensata la carga eléctrica de cada toma de corriente y no cargarla con más enchufes de los que puede soportar.
Fusibles quemados
Los fusibles quemados es otra de las averías clásicas relacionadas con la electricidad.
Cuando un fusible se quema, se funde y deja de funcionar, esto es, deja de proteger al circuito eléctrico de sobrecargas de energía.
El cambio de fusibles es la solución en este caso y al ser una tarea bastante sencilla es más que probable que seas capaz de acometerla tú mismo sin tener que contar con un profesional electricista.
Interruptores y enchufes defectuosos
Cuando los interruptores y los enchufes son muy antiguos o si han sufrido golpes, puede que no funcionen correctamente.
Es fácil detectar que su funcionamiento no es el que debe simplemente observando un par de aspectos:
- Los aparatos eléctricos que conectas a los enchufes vibran encendiéndose y apagándose cuando quieren.
- Al pulsar el interruptor no consigues que se encienda o apague la luz.
Para solucionar ambos problemas, puede que si tienes unos mínimos conocimientos sobre electricidad seas capaz de cambiarlos por ti mismo.
En caso contrario deberás contratar a un electricista profesional para que los arregle cuanto antes y así evitar por ejemplo que se incendien por recalentamiento.
No olvides que los problemas eléctricos por muy comunes que sean pueden acabar teniendo consecuencias negativas en la vida útil y en el rendimiento de los aparatos y equipos electrónicos o en los propios electrodomésticos.
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