Los vampiros eléctricos existen y consumen electricidad aún cuando no están funcionando. Hay soluciones como los enchufes inteligentes o la domótica.
El mantenimiento de un coche eléctrico es inferior al de uno de combustión, ya que cuenta con menos elementos sometidos a desgaste. En contrapartida, debes supervisar una serie de componentes específicos para evitar averías y alargar su vida útil, como la batería.
Asimismo, el mantenimiento preventivo no solo reduce los costes asociados a posibles averías, sino que contribuye a una conducción más eficiente y sostenible, alineada con los objetivos climáticos europeos.
De modo que para disipar tus dudas al respecto y puedas disfrutar al máximo de la movilidad eléctrica, te hablamos del mantenimiento que necesita un coche eléctrico y de cuánto puede costar con respecto a un coche tradicional.
Es cierto que el mantenimiento del coche eléctrico es menor que el de un coche de combustión. Esto se debe a que su motor es mucho más sencillo, lo que explica que cuente con menos piezas que puedan estropearse.
No obstante, también requiere de un mantenimiento periódico para su correcto funcionamiento de componentes como:
Como puedes comprobar no tienes que preocuparte de otros sistemas y fluidos que corresponden al coche de combustión como el aceite de motor, los filtros de gasolina o aceite, el embrague, las bujías, la correa de distribución o el sistema de escape al carecer de ellos.
Pero sí queremos hacer hincapié en 3 aspectos del mantenimiento de un coche eléctrico dadas sus características especiales:
Los abordamos uno a uno para que entiendas los pormenores del mantenimiento de un coche eléctrico.
La frenada de un coche eléctrico es regenerativa, es decir, que el motor se recarga cuando utilizas los frenos por lo que las pastillas sufren menos presión que en un vehículo convencional.
Por otro lado, la conducción de este tipo de automóviles es más suave y los solicita menos alargando su vida útil.
Con carácter orientativo, y tal y como señalan los expertos, las pastillas de frenos deberían cambiarse a partir de los 75.000 km aunque estos elementos se ven influidos por el modo de conducción.
El aislamiento del cableado y las conexiones de un coche eléctrico es necesario para asegurar su correcto funcionamiento.
Ten presente que con el paso del tiempo los aislamientos pueden verse deteriorados por sobretensiones y caídas de tensión, ataques químicos por vapores o polvo, e incluso pueden erosionarse por cambios de temperatura que provocan dilataciones y contracciones de los materiales.
La batería supone en torno al 40% del precio de un coche por lo que muchos fabricantes ofrecen la posibilidad de alquilarlas, opción más rentable a corto y medio plazo.
Ten en cuenta que la vida útil de la batería no está ligada a los kilómetros recorridos sino a los ciclos de carga y descarga a los que la sometas. En ese sentido, tendrás que cambiar tu batería entre los 2.500 ciclos o los 3.000 ciclos completos de carga que equivalen de manera aproximada a unos 8 o 10 años de uso.
La Dirección General de Tráfico (DGT) indica que una batería puede durar en torno a los 200 000 km, aproximadamente.
Aunque la batería no requiere de mantenimiento sí es necesario que realices un control anual y que prestes mucha atención al nivel de líquido refrigerante. Es verdad que algunas se enfrían por aire forzado, pero no es lo habitual en los nuevos modelos.
En lo que concierne a las baterías auxiliares de 12 V que alimentan las luces, los limpiaparabrisas o los elevalunas necesitan el mismo mantenimiento que en un coche de combustión.
No, los coches eléctricos no necesitan aceite para lubricar su motor, a diferencia de los vehículos de combustión.
Se trata de un mecanismo más sencillo, pues el motor carece de las múltiples piezas móviles con las que cuenta un motor gasolina o diésel (pistones, bielas y válvulas).
El recambio más caro es el corazón del coche eléctrico: la batería. Cambiarla puede suponer entre 6.000 € y 10.000 €, una cifra que tendrás que afrontar aproximadamente cada 8 años o cada 180.000 km aunque, como ya te hemos avanzado, el desgaste se produce con base en los ciclos de carga y descarga.
Los especialistas exponen que es aconsejable, en líneas generales, realizar un mantenimiento de tu coche eléctrico cada 30.000 kilómetros y un servicio de inspección completo cada año.
El mantenimiento de un coche eléctrico puede suponer un precio un 20 % o un 30 % inferior que el de un coche tradicional con motor térmico. Esto se puede traducir en un ahorro en el coste anual de mantenimiento de unos 100 € o 200 €.
Un coche eléctrico requiere, como venimos comentando, menos mantenimiento. Piensa que carece de motor térmico, aceite, bujías o correa de distribución. En ese mismo orden de cosas los frenos se desgastan menos gracias a la frenada regenerativa.
Algunos fabricantes de vehículos indican que el coste de mantenimiento de un coche eléctrico comparado con el de uno de combustión puede llegar a suponer en 5 años un ahorro de alrededor de 500 € (comparado con uno de gasolina) o de 900 € (comparado con uno diésel).
Algunas de las averías más frecuentes de un coche eléctrico son comunes al resto de vehículos. Toma nota de los elementos que deberás sustituir y controlar de manera recurrente en la vida útil de tu vehículo si es eléctrico:
Debes sustituirlos si la banda de rodadura es inferior a 1,6 mm de profundidad. De modo que, revisa regularmente el dibujo de las ruedas de tu coche para evitar accidentes y mejorar su adherencia.
Los expertos aconsejan sustituirlos anualmente o cada 12.000 km, algo esencial para preservar la salud dentro del habitáculo.
Aunque ya te hemos explicado que en los coches eléctricos las pastillas de freno deben cambiarse con menor asiduidad que en un coche de combustión, sí es recomendable vigilar su rendimiento, así como el nivel de líquido de frenos.
Toma la precaución de supervisar el nivel de refrigerante del elemento más importante de tu vehículo y que no tienen los coches de combustión para su tracción.
Suele tener que realizarse a partir de los 120.000 km, dependiendo de las características de tu coche y del fabricante de la batería.
Los fallos en la toma de carga son una de las averías más habituales en estos coches y la mayoría se debe a malas manipulaciones de los usuarios al tirar del cable bruscamente o al forzar el sistema para que encaje, por ejemplo.
Ten la precaución de verificar siempre el estado de los puntos de carga de tu coche eléctrico, y cargarlo con cuidado y siguiendo las instrucciones adecuadamente.
Quedarse sin batería sin haberlo previsto suele ser una avería recurrente en los conductores de coches eléctricos poco precavidos. Procura verificar su nivel antes de desplazarte porque puedes provocar graves daños en el sistema electrónico.
Y recuerda siempre optar por la electricidad verde para cargar tu coche al tiempo que ayudas a cuidar del medioambiente.
La vida útil de un coche eléctrico al que se realice un buen mantenimiento puede llegar a superar los 20 años o unos 200 000 o 300 000 kilómetros (una vida útil similar a la que puede tener un vehículo diésel). Su componente crítico es la batería para la que los fabricantes suelen ofrecer una garantía de unos 10 años.
A partir de los 10 o 15 años, estos componentes pueden llegar a mantener hasta un 80 % de su capacidad, en función de su tecnología y del uso que hayas hecho de ella.
Mantener tu coche eléctrico en perfecto estado ofrece ventajas tanto económicas como medioambientales. Te enumeramos las más significativas:
Sumadas a estas ventajas, cuando sigues el plan de mantenimiento recomendado por el fabricante y los equipos técnicos de los talleres oficiales, puedes acceder a las actualizaciones tecnológicas para la mejora de la seguridad y gestión de la batería.
En ese orden de cosas, las actualizaciones OTA (Over-The-Air) son actualizaciones del software de tu coche a distancia (a través de internet) para introducir mejoras en tu vehículo no solo de seguridad, sino enfocadas a mejorar el confort en la conducción y las opciones de entretenimiento para acompañantes.
Además, mejoran los sistemas de recopilación de datos en remoto relacionados con el rendimiento que permiten detectar necesidades de mejora.
A continuación, vamos a compartir contigo consejos prácticos para que puedas mantener tu coche eléctrico en forma por más tiempo, prestando especial atención a la batería, que es su componente más valioso:
Ahora ya sabes que el mantenimiento de un coche eléctrico es más sencillo y económico que el de un vehículo de combustión. Principalmente está centrado en las baterías, los frenos y los sistemas eléctricos.
No tienes más que seguir las buenas prácticas que te hemos indicado y calendario oficial de revisiones previstas por el fabricante para alargar la vida útil de tu coche y garantizar un funcionamiento óptimo y eficiente.
Los vampiros eléctricos existen y consumen electricidad aún cuando no están funcionando. Hay soluciones como los enchufes inteligentes o la domótica.
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