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Gestionar los contratos de luz y gas en una mudanza es uno de los pasos previos para que todo se desarrolle de la mejor forma posible.
Debes plantearte cuestiones como cambiar o no de suministradora, modificar la titularidad de los contratos de la nueva vivienda o aprovechar para adaptar las tarifas de tu suministro a tus nuevas necesidades.
Con la intención de orientarte, hemos redactado este contenido para que sepas qué hacer con los contratos de luz y gas en una mudanza, tanto de la vivienda que dejas como de la nueva.
El primer paso para saber qué hacer con tus contratos de luz y gas si vas a mudarte, es saber si quieres cambiar de compañía. Para ello, revisa las tarifas y condiciones actuales, y compáralas con otras comercializadoras.
Este primer análisis resulta esencial, porque a partir de ahí vas a poder organizar mejor la gestión de los nuevos contratos de tus suministros.
En una mudanza, tanto si estás de alquiler como si eres el propietario de la vivienda que dejas, tienes 2 opciones: transferir los contratos de tus suministros o darlos de baja.
Si eres inquilino en tu emplazamiento actual y eres el titular de los contratos, debes elegir entre pedir el cambio de titularidad o darlos de baja.
Esto puede depender de varios escenarios:
Si la vivienda es de tu propiedad, puedes proceder del mismo modo con el comprador, siempre que esté de acuerdo con la transferencia de los contratos de luz y gas, y realice el cambio de titularidad en cuanto disponga de las escrituras de compraventa.
En los puntos sucesivos te vamos a explicar cómo puedes cambiar la titularidad de tus contratos, o bien darlos de baja.
Para cambiar el titular de la luz necesitas el acuerdo del nuevo titular, ya que es él quien debe realizarlo. Esto es comprensible, puesto que va a ser el responsable de abonar las facturas eléctricas a partir de ese momento.
Debes proporcionarle tus datos identificativos y el código de referencia para identificar el contrato. Lo más sencillo es que le proporciones una factura actual en la que también aparece el código universal del punto de suministro (CUPS).
El nuevo titular debe elegir si desea un traspaso del contrato (permite modificar el contrato y la tarifa) o bien una subrogación (se modifica el titular sin cambiar ni la tarifa ni el contrato).
En lo concerniente al cambio de titular del gas ocurre lo mismo que con la electricidad, es necesario que el contrato del gas esté al nombre de quien va a consumir la energía.
En este caso, anota la última lectura del contador de gas para cerciorarte de que no se te cobre ninguna factura por error tras la modificación.
Si, finalmente, la mejor solución en tu caso es la de dar de baja la luz debes solicitar el trámite a tu compañía.
Vas a necesitar aportar la documentación necesaria como tus datos identificativos, la dirección del suministro, el CUPS, y el número de cuenta bancaria donde se han estado domiciliando los recibos.
Asimismo, ten en cuenta que para poder realizar este trámite es necesario que te encuentres al corriente de pago de tus facturas.
En este caso, vas a necesitar prácticamente la misma documentación que para dar de baja la luz, esto es, tus datos identificativos y los del punto de suministro (incluido el CUPS), y el IBAN de la cuenta bancaria de las domiciliaciones.
Para dar de baja el gas debes ser el titular del contrato y no tener facturas pendientes, como ocurre con la luz. Si las tienes, antes de rescindir el contrato vas a tener que abonarlas.
Resulta tan importante gestionar correctamente los contratos de luz y gas de la vivienda que dejas como los de la nueva.
Ten presente las siguientes consideraciones:
Cambiar la titularidad de los contratos de luz y gas en España no tiene coste, siempre que los suministros estén dados de alta y activos, y en el caso de la luz, si no se solicita un aumento de potencia.
La modificación puede realizarse en un día o tardar 20 días hábiles, todo depende de la compañía, la gestión, que cuentes con la documentación necesaria, etc.
Si finalmente necesitas dar de alta la luz y el gas, debes saber que va a conllevar una serie de gastos que, generalmente, van a repercutirse en tu primera factura.
El precio de dar de alta la luz puede suponer entre 50 € y 200 €, siempre que no tengas que hacer un boletín eléctrico nuevo. Esto puede ocurrir si el anterior tiene más de 20 años o si has realizado modificaciones significativas en la instalación eléctrica. En ese caso, debes sumar alrededor de 150 € más, dependiendo de la tarifa de la empresa que contrates para realizarlo.
Sea como sea, estos son los gastos que debes asumir:
El plazo de tratamiento de un alta eléctrica suele ser de entre 5 y 7 días hábiles, y algo más si se ha de instalar un contador o hacer una inspección.
Dar de alta el gas también implica un coste que depende de varios factores como de si se trata de una reactivación o una nueva alta, de la tarifa de acceso de gas, y de la Comunidad Autónoma en la que se encuentre el punto de suministro.
En resumidas cuentas, para activar un nuevo contrato de gas debes abonar siempre los derechos de alta (entre 59,50 € y 129,32 €), a los que debes sumar los derechos de acometida si vas a dar de alta un nuevo punto de suministro o si vas a ampliar uno preexistente (entre 87,56 € y 402,58 €).
En toda circunstancia, solicita el asesoramiento e información que necesites a la compañía suministradora que hayas elegido y recuerda que contratar una tarifa adaptada a tus necesidades es una de las claves para ahorrar en tu factura energética.
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