Luz

Termo eléctrico: cómo funciona y cómo ahorrar con él

El termo eléctrico es un tipo de sistema de generación de agua caliente sanitaria o ACS. Dada la facilidad de su funcionamiento, así como su amplia oferta de tamaños, capacidades y funcionalidades, puede dar servicio tanto a viviendas particulares como a negocios o locales comerciales.

Con este artículo queremos asentar el concepto de termo eléctrico y también queremos hablarte de su funcionamiento y compartir contigo una serie de consejos para ahorrar gracias a él en tu factura de la luz.  

¿Qué es un termo eléctrico?

Un termo eléctrico es un aparato que sirve para generar agua caliente sanitaria que luego distribuye a distintos canales como la bañera, la ducha, el fregadero o el lavabo. Los termos eléctricos pueden ser de acero inoxidable, de cobre o de acero vitrificado.

Su funcionamiento se basa en el efecto Joule por el que la energía eléctrica se transforma en agua caliente gracias a una resistencia.

Cómo funciona un termo eléctrico

¿Qué partes componen un termo eléctrico?

Antes de explicar el funcionamiento es preciso que dediquemos un momento a enumerar las distintas partes de un termo eléctrico.

  • Carcasa exterior. También se conoce como camisa.
  • Calderín. Es el tanque interior donde se acumula y calienta el agua. 
  • Aislamiento. Se sitúa entre la carcasa exterior y el calderín.
  • Protección catódica o ánodo de magnesio. Sirve para evitar la corrosión y el exceso de cal en la resistencia y las paredes del termo.
  • Resistencia eléctrica. Es la encargada de calentar el agua.
  • Termostato. Controla la temperatura del agua interior del termo para que funcione correctamente.
  • Serpentín o intercambiador de calor. No está presente en todos los termos eléctricos pero es el que permite una conexión con otros equipos como calderas de gas, paneles solares, etc.

¿Cómo funciona un termo eléctrico?

El funcionamiento del termo eléctrico para generar Agua Caliente Sanitaria es sencillo como ya hemos anticipado.

A grandes rasgos, consiste en calentar el agua por medio de una resistencia eléctrica que hay en el interior del calderín y cuando el termostato detecta que se ha alcanzado la temperatura programada, la resistencia se apaga y el termo mantiene el agua caliente hasta que procedas a usarla.

Si pasado un tiempo sin requerir agua caliente, el termostato –o mejor dicho el diferencial– detecta que la temperatura ha descendido del nivel deseado, la resistencia se volverá a encender y volverá a calentar el agua del depósito.

Si entramos más a detalle, el proceso anterior queda como sigue:

  • El agua fría carga el depósito o calderín por medio de la tubería de entrada de agua de la red.
  • La resistencia eléctrica que está dentro del calderín calienta el agua hasta llegar a la temperatura programada.
  • El agua del depósito una vez caliente se mantiene almacenada sin perder en exceso temperatura gracias al aislamiento térmico que es el que contribuye a que la eficiencia energética del aparato sea alta.
  • Cuando demandas agua caliente al abrir un grifo, ésta pasa a la tubería de salida desde donde llega al grifo.

En la actualidad, los termos eléctricos programables están ganando un gran protagonismo, ya que con ellos puedes crear configuraciones personalizadas de encendido y apagado del termo para favorecer el ahorro de energía y, por ende, el ahorro económico de suministro eléctrico.

¿Cómo hacer para que el termo eléctrico consuma menos y ahorrar?

En el consumo de un termo eléctrico influyen una serie de factores y hábitos de uso diarios que a veces no son los más recomendables para ahorrar energía y dinero.

Factores y hábitos diarios que tener en cuenta

Para que tengas claro cómo ahorrar luz con tu termo eléctrico, lo primero es que tengas bien claro cuáles son esos factores y hábitos que tanto tienen que decir a la hora de optimizar su uso y consumo.

  • La capacidad del termo. Cuanto mayor sea la capacidad, mayor será el consumo.
  • La potencia de la resistencia. Como en el punto anterior, aquí también se cumple el hecho de que a mayor potencia de la resistencia, mayor será el consumo de electricidad del aparato.
  • La temperatura de consigna. Cuanto más alta sea la temperatura a la que programes el termostato, mayor consumo de energía necesitarás para lograrlo.
  • El aislamiento térmico. Que el aislamiento de tu termo eléctrico sea bueno significa que la pérdida de temperatura del agua almacenada será menor.
  • Los hábitos de consumo. Cuanta más agua caliente consumas, más tiempo tendrá que estar el termo eléctrico funcionando y, por tanto, gastando energía. Esto se representa de una forma muy visual si te paras a pensar que no es lo mismo una ducha de 5 minutos que una de 20 minutos.

Consejos para un menor consumo

Una vez que ya conoces los factores de influencia y los hábitos correctos es momento de listar los consejos para que tu termo eléctrico consuma menos.

  • Apuesta por aparatos con una etiqueta de eficiencia energética alta.
  • Evita fugas de temperatura asegurando un buen aislamiento de la instalación.
  • Elige el lugar óptimo para instalar tu termo eléctrico. Cerca de los puntos principales de consumo y lejos de puntos que puedan incidir en que pierda temperatura.
  • Invierte en modelos inteligentes, que se puedan programar y que cuenten con programas ECO.
  • Programa la temperatura del termo según la estación del año.
  • Sé consciente y responsable con el medioambiente, y no consumas más agua de la que necesitas. Una ducha corta o un programa de lavavajillas adecuado son grandes ayudas en este sentido.
  • Preocúpate por el mantenimiento de la instalación. Es más rentable un servicio de mantenimiento periodico que una reparación por averías.
  • No dejes encendido el termo si estás ausente. El consumo por estar conectado es mayor de lo que piensas.
  • Contrata una tarifa de luz acorde a tus necesidades.
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