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¿Cómo funcionan los repartidores de costes de calefacción?

Entender cómo funcionan los repartidores de costes de calefacción te va a permitir gestionar mejor tu consumo de gas natural.

Estos dispositivos se instalan en un edificio de viviendas cuando no es posible colocar contadores individuales, y permiten repartir los gastos de calefacción en una comunidad con mayor equidad y transparencia.

Así pues, para que entiendas cómo se calcula lo que cada vecino debe abonar en lo que a calefacción se refiere, te hemos preparado este artículo en el que te detallamos el funcionamiento de estos elementos.

¿Qué es un repartidor de costes de calefacción?

Repartidores de costes de calefacción

Un repartidor de costes de calefacción es un dispositivo electrónico que se instala en los radiadores de un inmueble o comunidad de vecinos con calefacción central. Incorpora una batería propia y permite medir el consumo de gas natural de manera individualizada.

En otras palabras, se trata de un medidor de consumo individual que permite la facturación independiente para cada vecino. Cuenta con dos objetivos principales: ofrecer una medición de la energía más precisa para poder ahorrar y proteger el medioambiente gracias a un menor consumo.

Los repartidores de costes de calefacción se instalan únicamente cuando el uso de contadores individuales no es técnicamente viable, siempre que se puedan colocar y que resulten económicamente rentables, tal y como precisa el artículo 3 del Real Decreto 736/2020.

Se trata de elementos de medición fáciles de instalar, sin obras y que suelen contar con un diseño moderno que se integran bien con la estética de los radiadores.

Para su correcto funcionamiento es recomendable que respeten la norma UNE-EN 834:2014, centrada en las características de fabricación y funcionamiento de estos elementos.

¿Cómo funcionan los repartidores de costes de calefacción?

El funcionamiento de los repartidores de costes es muy sencillo. Están equipados con una carcasa, un dispositivo de cálculo, una pantalla, una fuente de alimentación y dos tipos de sensores: uno de que mide la temperatura ambiente, y otro que mide la temperatura del radiador.

Frente a una diferencia entre las mediciones de sus sensores, el repartidor comienza a realizar cálculos para establecer el consumo de cada radiador.

Asimismo, tienen un sistema de radiofrecuencia que transmite la lectura remota de cada radiador. Esto evita que técnicos de la empresa suministradora tengan que entrar en las viviendas para recoger los consumos.

Ahora que hablamos de la suministradora de gas, es importante señalar un aspecto a tener en cuenta: a la hora de instalar estos elementos de medición es conveniente que no estén ligados a un proveedor de servicios.

De este modo, vas a poder utilizarlos con diferentes proveedores y evitar tener que reemplazarlos o afrontar penalizaciones o peajes por almacenar la información con cada cambio de compañía de gas.

¿Cómo calcula el repartidor de costes lo que un vecino tiene que pagar?

La lectura de la pantalla que incorpora el repartidor de costes hace referencia a la temperatura ambiente y la temperatura de la superficie del radiador, y se trata de un valor adimensional que debe ser ajustado por coeficientes.

El dispositivo se activa cuando la diferencia entre ambas lecturas es mayor de 4 °C, y cuanto mayor es esta diferencia, mayor es el esfuerzo que el radiador ha de hacer para alcanzar la temperatura de confort.

A esta medición se le aplican correctores llamados coeficientes K, y que son específicos para cada radiador:

  • Kc. Corrige la medición según la ubicación del radiador y sus características.
  • Kq. Ajusta la potencia térmica nominal del radiador.
  • Ka. Considera si el radiador tiene obstáculos que puedan afectar a la disipación del calor como un cubrerradiador.

Frente a esos datos, probablemente te estés preguntando cómo se establece lo que tienes que pagar por tu consumo. Te lo explicamos con un ejemplo.

Ejemplo de cálculo de repartición de costes en una comunidad de vecinos

Vamos a establecer los siguientes criterios de partida para nuestro ejemplo: un consumo total de 2.000 €,  2 viviendas del mismo tamaño, y una parte fija y variable del 30 % y del 70 %, respectivamente.

Sobre este último particular, en el Real Decreto 736/2020 se explica que los costes de calefacción deben dividirse en una parte fija y otra variable. Su porcentaje es flexible y debe fijarlo cada comunidad sabiendo que la parte fija va destinada a cubrir gastos comunes (mantenimiento, pérdida térmicas, etc.), y la parte variable es la que se basa en el consumo.

Asimismo, los criterios de reparto también debe fijarlos la comunidad aunque siempre buscando la equidad y la proporcionalidad, por eso los repartidores de costes cumplen una función determinante.

Con estas condiciones, estos son los pasos para determinar cuánto ha de pagar cada vecino:

  1. El gasto total de 1.000 € se divide en una parte fija (30 % = 300 €) y una variable (70 % = 700 €).
  2. Importe de los gastos fijos por vivienda = 150 € (porque cuentan con la misma superficie).
  3. Los repartidores de costes registran estos datos: en la vivienda A tiene un consumo de 300 UR (unidades de registro o unidades de reparto), y la B de 200 UR.
  4. El precio de cada unidad UR se establece dividiendo el coste total de la parte variable por el total de UR registradas en el edificio. En el caso que nos ocupa el precio total de UR es 700 (el 70 % de 1.000 € como hemos establecido al principio), y el total de UR registradas por las viviendas que es de 500 UR. Así, aplicando la fórmula el precio por UR es de 700 € / 500 UR = 1,40 €.
  5. El pago de cada vivienda se obtiene multiplicando las UR por el precio de cada UR. El resultado es el siguiente: para la vivienda A es de 420 € (300 UR x 1,40 €) y para la B es de 280 € (200 UR x 1,40 €).
  6. Por último, hay que sumar los costes fijos (150 € por vivienda) a los datos del consumo para obtener el coste final de cada casa. Esto arroja lo siguiente: vivienda A 570 € (420 € + 150 €) y vivienda B 430 € (280 € + 150 €).

¿Los repartidores de costes de calefacción son obligatorios? Normativa vigente

La obligación de instalar repartidores de costes de calefacción proviene de la Directiva de Eficiencia Energética 2012/27/UE que obliga a individualizar el consumo en edificios que cuenten con calefacción central.

En España, esta normativa fue adoptada a través del Real Decreto 736/2020, que ya conoces, y que establece que si no es posible instalar contadores individuales, siempre que se pueda han de colocarse repartidores de costes.

Esta medida busca conseguir mayor transparencia en el reparto de los gastos de una comunidad, puesto que quien gasta más gas natural, más paga, y viene acompañada de otras obligaciones como la de instalar elementos de regulación de la temperatura individualizados para los radiadores como válvulas termostáticas.

¿Qué ventajas ofrecen los repartidores de costes de calefacción?

Llegados a este punto y como puedes imaginar, la mayor ventaja que ofrecen estos dispositivos de medición es que cada vecino paga por lo que consume, evitando el derroche energético.

Te enumeramos esta y otras bondades de los repartidores de costes:

  • Reparto justo del coste.
  • Ahorro energético. Combinando los repartidores con la gestión del consumo con termostatos puedes llegar a un ahorro hasta del 30 % en tu consumo de calefacción.
  • Fácil instalación. Se colocan sobre el radiador sin necesidad de alterarlo o de hacer obras.
  • Lecturas remotas. La información se envía automáticamente sin necesidad de que el usuario intervenga.
  • Detección de fraudes. Cuentan con precintos de seguridad que evitan manipulaciones fraudulentas, como ocurre con los contadores de gas.
  • Fomento de la sostenibilidad. Se consigue gracias a la concienciación energética del consumo.
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