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¿Por qué no calienta un radiador? Debes ser consciente de que si tus radiadores no alcanzan una temperatura óptima que garantice el confort térmico en tu vivienda y no lo solucionas, estarás desperdiciando mucha energía.
Analizamos para ti las causas principales y los problemas más comunes a fin de proporcionarte soluciones y que puedas potenciar al máximo el rendimiento de tu calefacción, así como reducir tu consumo energético.
¡La mayoría de las soluciones las puedes poner tú mismo en práctica!
Las causas por las que no calienta un radiador lo suficiente pueden ser múltiples, pero la mayoría tienen soluciones que puedes poner en práctica fácilmente.
Tal y como se establece en el Reglamento de Instalaciones Térmicas en los Edificios (RITE) es obligatorio que la temperatura pueda regularse de manera independiente en las estancias principales de la vivienda.
Gracias a esto puedes actuar únicamente en el radiador que no esté calentando lo suficiente y conseguir que cada habitación alcance de forma autónoma la temperatura deseada.
Esta son las causas principales por las que no calienta un radiador:
Te las detallamos una a una seguidamente aportando soluciones adaptadas a cada problema.
Antes de cualquier otra manipulación, verifica que la llave de tu radiador esté abierta. Parece obvio, pero es posible que lo hayas apagado porque no ibas a estar en esa estancia en concreto y hayas olvidado abrirla de nuevo.
Otra precaución inicial es que compruebes que la presión de tu caldera sea la adecuada, es decir que se sitúe en la zona verde que suele abarcar una presión de entre 1 bar y 1,5 bares.
Cuando un radiador no calienta lo suficiente puede deberse a que tenga burbujas de aire dentro de su circuito. Si esto ocurre, oirás un ruido semejante a un burbujeo o gorgoteo.
Esto ocurre si hace tiempo que no utilizas tu calefacción o porque has desconectado los radiadores por obras, por ejemplo.
La solución a este problema es purgar los radiadores que no calientan bien. Recuerda hacerlo con la llave de paso de agua cerrada, con los radiadores en frío y con la calefacción apagada. Sigue estos 3 pasos:
Si el radiador no calienta después de purgar repite la operación ajustando el nivel de presión de tu caldera de gas cada vez que termines el proceso.
Si aún así sigue sin calentar puede que la llave termostática no deje entrar el agua o que el radiador esté obstruido. En los siguientes puntos te explicamos cómo actuar ante esas circunstancias.
Cuando las llaves termostáticas han estado cerradas por un largo tiempo puede que el pistón se quede bloqueado y no deje pasar el agua al radiador.
En ese caso, afloja el cabezal de la válvula y con la ayuda de unos alicates mueve hacia dentro y hacia afuera el pistón para desbloquearlo. Vuelve a montar la cabeza de la válvula y comprueba si el problema se ha solucionado.
Un radiador obstruido –o una obstrucción en el propio circuito– no evita que pueda pasar algo de agua. Esto permite que se pueda purgar el radiador, pero no servirá de nada e incluso el agua puede salir totalmente fría.
La obstrucción suele afectar al último radiador de un circuito y puede deberse a depósito de lodos o cal.
Si no puedes eliminarlos a través de la purga o subiendo la presión de tu caldera de gas –siempre dentro de los límites marcados por el fabricante–, es conveniente que contactes con el servicio técnico de tu instalación para que te den una solución.
El detentor es una llave instalada en la parte inferior de los radiadores que regula el caudal de flujo de salida de estos. Si está cerrada funcionará como una válvula de corte, es decir que impedirá que el agua siga circulando a partir del radiador que la tenga cerrada.
Abre al máximo el detentor del radiador que no calienta adecuadamente, esto hará que aumente su temperatura. Si pese a ello el resultado no es el esperado, cierra un poco los detentores de los radiadores que calienten demasiado.
Si tu instalación tiene fugas de agua va a provocar una reducción en la presión, algo que puede afectar negativamente al rendimiento de los radiadores, pero también al correcto funcionamiento de tu caldera.
Ten siempre esto en mente, y verifica que la presión se encuentre siempre en valores adecuados. Si esto no es así puede ser indicador de que en algún lugar del circuito de distribución de la calefacción puede haber pérdidas de agua.
Un elemento sucio, lleno de polvo o con restos de material que haya podido desprenderse de una obra que hayas realizado en tu vivienda puede ver su eficiencia reducida. Ten presente que el polvo y la suciedad impiden que el aire caliente circule correctamente y disipe el calor del radiador.
La solución está en tus manos: procura mantener tus radiadores libres de polvo y suciedad.
Ahora que ya sabes qué puedes hacer si no calienta un radiador quizá te interese conocer algunos consejos para aumentar su rendimiento.
Si no calientan los radiadores lo suficiente a pesar de haber verificado que todo funciona de manera correcta, puedes aumentar su efecto térmico con los siguientes consejos:
Coloca una lámina reflectante detrás del radiador. Este elemento impide que el calor se filtre por la pared.
Potencia el aislamiento de puertas, ventanas y cajas de persianas.
Un factor esencial del rendimiento eficiente de tu calefacción es el mantenimiento de los mismos.
Entonces, ¿afecta el mantenimiento de la calefacción en el rendimiento de los radiadores?
La respuesta es sí. El correcto mantenimiento de tu sistema de calefacción a través de las revisiones –tanto las revisiones de gas obligatorias como las aconsejadas por los fabricantes de los componentes– es uno de los puntos clave para disfrutar plenamente de tu instalación y minimizar tu consumo de energía sin renunciar al confort.
Además, resulta un buen método para detectar por qué no calienta un radiador.
Veamos qué otras ventajas te puede aportar realizar un correcto mantenimiento de tus radiadores:
Para verificar que los sistemas de seguridad funcionan correctamente.
Para asegurar niveles de confort óptimos facilitando el ahorro.
Para sustituir a tiempo las piezas que no funcionan.
Para evitar pérdidas de rendimiento al comprobar la limpieza, la regulación y el correcto funcionamiento de tu instalación y de sus equipos.
Estos son los síntomas que indican que con gran probabilidad tu radiador tiene aire de su interior y necesita ser purgado:
Toca la parte superior del elemento. Si está fría, pero el interior caliente, puede significar que tiene aire acumulado dentro.
Permanece atento a si escuchas ruidos. Sonidos como burbujeos o gorgoteos son indicadores de presencia de aire en el sistema.
Verifica si calienta como antes, si no es así, puede necesitar que lo purgues.
Las empresas instaladoras suelen recomendar, en condiciones normales, una purga anual como mínimo para evitar este problema.
Para finalizar, te hemos preparado una tabla de verificaciones que puedes tener a mano en el caso de que notes que un radiador no calienta como debiera.
Este pequeño recurso va a ayudarte a identificar el problema y poder aplicar una solución adaptada:
Causa |
Solución |
---|---|
Llave de paso cerrada |
Ábrela y espera unos minutos antes de realizar una comprobación. |
Termostato mal calibrado |
Ajústalo o reemplázalo si está estropeado. |
Acumulación de aire |
Purga el radiador. |
Detentor mal equilibrado |
Regula mejor el flujo de agua, cerrándolo o abriéndolo. |
Presión baja del sistema |
Rellena el circuito hasta que alcance la presión óptima. Es recomendable que la revises cada mes o cada dos meses. |
Obstrucción del circuito |
Haz una limpieza del sistema. Para prevenir obstrucciones. Es recomendable revisar los lodos cada 2 años, aproximadamente. |
Válvula termostática trabada |
Intenta moverla manualmente o sustitúyela si está estropeada. |
Fallo en la caldera de gas |
Revisa si tiene suficiente presión y si no hay fugas de agua. Ponte en contacto con el servicio técnico rápidamente si no puedes solucionarlo. |
Regla de oro: realiza un mantenimiento anual de tu circuito de distribución de calefacción o dos veces al año si el uso es intensivo (en zonas muy frías), si se han producido fallos recientes o reparaciones, o si hay varios circuitos integrados. |
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