
Para poder asegurar si es malo encender y apagar la caldera de gas es clave conocer las recomendaciones del fabricante y el tipo de instalación.
La llave de llenado de la caldera y la llave de vaciado son dos elementos esenciales para el correcto funcionamiento de tu instalación de calefacción y Agua Caliente Sanitaria –ACS–. Ambos intervienen en la seguridad e influyen en la eficiencia de tu sistema.
A lo largo de este artículo te vamos a desvelar dónde se encuentran, para qué sirven, qué problemas pueden tener y cómo detectar si están averiadas.
La llave de llenado de la caldera es una válvula que permite añadir agua al circuito de calefacción con el objetivo de subir la presión que se puede perder a lo largo del tiempo por simple evaporación, con motivo de una manipulación o al purgar los radiadores.
Con la intención de disipar algunas dudas que te pueden asaltar con respecto a este elemento, vamos a responder a 4 preguntas fundamentales.
Aunque depende del tipo de caldera, por lo general, la llave de llenado se encuentra en la parte inferior del aparato. Si no la detectas a simple vista comprueba su localización exacta en el manual de instrucciones del aparato.
Para abrirla o cerrarla puedes necesitar un destornillador aunque la mayoría se accionan fácilmente sin necesidad de herramientas, como si se tratase de un grifo.
La llave de llenado de la caldera sirve para mantener la presión óptima de tu caldera –en torno a 1,5 bares de media–.
Los circuitos de calefacción y ACS pueden perder presión como efecto del paso del tiempo, por alguna avería o por alguna manipulación de mantenimiento. Un ejemplo muy común es al purgar los radiadores.
Gracias a esta llave puedes restituir los niveles de presión adecuados abriéndola hasta que el manómetro indique el rango correcto. Una vez lo consigas, vuelve a cerrarla y comprueba que todo funciona correctamente.
Los expertos recomiendan realizar este tipo de modificaciones con la calefacción apagada.
Las posibles causas de mal funcionamiento de la llave de llenado son principalmente 2 y ocurren si:
Está obstruida.
Se queda abierta.
Ambos escenarios encierran cierta gravedad, sobre todo en el contexto hipotético de que el resto de sistemas de seguridad de tu caldera fallen.
Si no logras abrirla puede deberse a que se encuentre bloqueada por la corrosión o por partículas de cal. Ante todo no la fuerces ya que puedes romperla.
Si con pequeñas manipulaciones no consigues abrirla, contacta con tu servicio técnico, quizás debas sustituirla.
Esto puede deberse a que no cierre bien porque está sucia o porque está averiada. En ambos casos al no cerrar el paso del agua, la presión irá en aumento afectando al funcionamiento de tu instalación.
Esto puede ser peligroso si la válvula de seguridad y el vaso de expansión no realizan su función.
Por todo ello, para mantener tu caldera en perfectas condiciones cumple con las revisiones de gas obligatorias y con las recomendadas por el fabricante.
Una manera de comprobar fácilmente si la llave de llenado está averiada es apagar la caldera. Si aún así la presión sigue subiendo, es un síntoma inequívoco de que está averiada.
En ese caso, recurre a un especialista para que cambie la pieza y realice las verificaciones oportunas.
La llave de vaciado de la caldera es un elemento de seguridad que permite eliminar el exceso de agua que puede estar afectando al nivel de presión. En caso de necesitar cambiar el vaso de expansión o cualquier otro elemento, esta válvula debe abrirse para liberar el agua.
En lo que respecta a la llave de vaciado de la caldera, vamos a abordar también 4 preguntas.
La llave de vaciado de tu caldera es una válvula de seguridad que permite eliminar el agua en exceso. Suele encontrarse en la parte inferior de la caldera y según el fabricante puede ser de color rojo.
No debes confundirla con la llave de vaciado de agua de toda la instalación y que en ocasiones es complicado de localizar.
La llave de vaciado sirve para drenar la caldera con el objetivo de disminuir el exceso de presión.
No obstante, los expertos aconsejan no abusar de ella, ya que el uso de esta válvula de forma habitual puede precipitar su deterioro.
Las calderas más modernas cuentan ya con elementos automatizados de control de la presión que hacen innecesaria su gestión manual.
El principal problema de esta llave de evacuación de agua es si no se cierra correctamente.
Esto provocará una pérdida constante de presión en tu caldera con efectos negativos en su rendimiento.
Si tu calefacción no calienta lo suficiente, antes de purgar tus radiadores, fíjate siempre en la presión de la caldera. Si compruebas que no tiene la suficiente, abre la llave de llenado hasta que se equilibre tal y como te hemos explicado anteriormente.
Si tras esta manipulación descubres que sigue perdiendo presión, el problema puede encontrarse en la válvula de vaciado. Verifica que esté bien cerrada y que no tenga fugas de agua.
Tras detectar algún problema a este nivel, contacta con tu servicio técnico, ya que afecta al resto de la instalación.
Como ya te hemos comentado insistentemente, el servicio de mantenimiento de gas y las inspecciones periódicas de gas ayudan a conservar tus sistemas de calefacción en perfecto estado y sirven para detectar posibles problemas con tus llaves de llenado y vaciado.
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