El mantenimiento de las calderas de gas sirve para completar las inspecciones y revisiones obligatorias. Permite obtener el máximo rendimiento y evitar fallos.
Cómo funciona una caldera de condensación y cuáles son sus ventajas
Conocer cómo funciona una caldera de condensación te va a permitir entender por qué, junto a las de bajo NOx, son el tipo de calderas de gas que recomienda el Reglamento de Instalaciones Térmicas en los Edificios en viviendas de nueva construcción.
Te avanzamos que se trata de modelos más eficientes que las calderas tradicionales, ya que son capaces de recuperar el calor latente y utilizarlo para calentar el agua destinada a los radiadores o al suelo radiante.
Así pues, este funcionamiento de alto rendimiento se traduce en una reducción de tus facturas de gas.
Para ayudarte a gestionar mejor tu consumo de energía y potenciar tu ahorro, te hemos preparado el siguiente contenido en el que te hablamos sobre cómo funciona una caldera de condensación y cuáles son sus ventajas.
¿Cómo funciona una caldera de condensación?
La caldera de condensación utiliza la combustión de gas natural, propano o gasoil para responder a la demanda de calefacción y Agua Caliente Sanitaria (ACS) de una vivienda o negocio.
Cuando se produce la combustión, el carbono y el hidrógeno del gas reaccionan con el oxígeno del aire y dan como resultado calor, pero también emiten CO2 y vapor de agua.
El calor resultante se transfiere a un intercambiador y posteriormente se lleva a los radiadores si es necesario.
En este tipo de calderas, este humo producido se enfría hasta su temperatura de rocío gracias a una tubería por la que circula agua fría, produciendo un efecto de condensación. El calor latente del vapor de agua se libera y utiliza para calentar también el agua de la caldera.
Así las cosas, este tipo de calderas recuperan casi la totalidad del calor que se suele perder como vapor de agua al ser liberado en las calderas tradicionales en el humo de la combustión.
Por este motivo, las calderas de condensación suelen consumir entre 15 y 30% menos de gas, y son las que deben instalarse en viviendas de obra nueva según el Reglamento de Instalaciones Térmica en los Edificios (RITE), junto con las de bajo NOx, que reducen la emisión de dos gases contaminantes: el óxido nítrico (NO) y dióxido de nitrógeno (NO2).
Elementos que mejoran el funcionamiento de las calderas de condensación
Siguiendo las recomendaciones de RITE, las calderas de condensación de obra nueva cuentan con un termostato modulante que potencia la capacidad de ahorro en su consumo de gas.
Se trata de un dispositivo que automatiza su funcionamiento ajustándose a las necesidades reales de cada momento. El resultado es un mayor rendimiento y un menor consumo.
Los hay fijos, que suelen colocarse en el salón y toman como temperatura de base la de ese espacio, y portátiles, que puedes ir colocando en las estancias en las que te encuentres para ajustar más la temperatura de consigna a tus necesidades del momento.
Por otro lado, los modelos más eficientes de este tipo de calderas cuentan con una tecnología de microacumulación (microacumulador), que permite incrementar en un 10 % suplementario el ahorro.
Se trata de un pequeño depósito que ayuda a mantener el agua caliente, de tal manera que al accionar el grifo llega prácticamente de manera inmediata en vez de esperar a que se caliente. Este complemento te ayuda a ahorrar agua, además de energía térmica.
Diferencia entre caldera de condensación y convencional
La diferencia primordial entre una caldera de condensación y una convencional radica en la eficiencia energética de la primera a través de la recuperación del calor generado al enfriarse el vapor de agua de los humos que se desprenden de la combustión.
Gracias a este proceso la temperatura de los gases de combustión se reducen de los 120 ºC de una caldera tradicional, a unos 45 ºC e incluso menos según el modelo.
Por otro lado, las calderas de condensación son más seguras al ser estancas al contar con una cámara cerrada por lo que el oxígeno para la combustión lo obtienen del aire exterior a diferencia de las atmosféricas que cuentan con una cámara de combustión abierta.
Por este motivo, este tipo de calderas de gas, que se dejaron de comercializar desde el año 2010, obtiene el oxígeno del recinto en el que se encuentran, creando una degradación del aire interior que puede poner en peligro la integridad de las personas.
Calderas de condensación: Plan Renove
El mayor inconveniente de las calderas de condensación es su precio. Para hacerlas más asequibles y en la dinámica de apoyar la mejora de la eficiencia energética de los edificios en España, las diferentes Comunidades Autónomas (CC. AA. ) suelen lanzar campañas anuales, conocidas como Plan Renove, para cambiar calderas convencionales por calderas de condensación.
Este tipo de incentivos económicos te van a ayudar de disfrutar de calderas más seguras y que permiten reducir significativamente tu consumo energético el consumo.
Los requisitos de estos planes los establece cada CC. AA., aunque suelen basarse en criterios como que el solicitante sea el propietario de la vivienda, viva en la comunidad donde se pide la ayuda, y que la sustitución se realice por empresas instaladoras autorizadas dentro de un plazo determinado.
En cualquier caso, infórmate en el organismo competente de tu comunidad o permanece atento al Boletín Oficial del Estado, puesto que se publican en él.
Ventajas de la caldera de condensación
A estas alturas del artículo, ya conoces 3 ventajas básicas de las calderas de condensación: la eficiencia energética, el ahorro y la seguridad. Hay más como puedes constatar en la siguiente enumeración:
Funcionan de manera más sostenible, lo que permite reducir el consumo de gas y ahorrar en la factura energética.
Ofrecen un alto rendimiento que ayuda a realizar un mejor aprovechamiento de los recursos.
Emiten menos gases nocivos, por lo que son menos contaminantes y ayudan a proteger el medioambiente.
Son más silenciosas, puesto que funcionan con temperaturas más bajas y vibran menos.
Son versátiles, pues pueden distribuir el calor a través de radiadores de bajo consumo, suelo o techo radiante, y combinarse con otros sistemas de calefacción.
Resultan más seguras porque al ser estancas se sirven del oxígeno del aire exterior en vez de la estancia en la que se encuentran. Asimismo, cuentan con diversos dispositivos como válvulas de seguridad, válvulas de presión y termostatos.
Todas estas ventajas puedes potenciarlas si eliges modelos inteligentes que pueden conectarse a internet e incorporarse a un sistema de domótica, de tal modo que vas a poder gestionar tu caldera a distancia e incluso establecer patrones de funcionamiento.
También te puede interesar...
Las calderas en viviendas que se fomentan según la normativa para viviendas son las de condensación y bajo NOx por razones de seguridad y eficiencia.
Cada tipo de termostato cuenta con características y funciones útiles para potenciar la eficiencia energética de tus sistemas de climatización y ahorrar.