¿Qué potencia necesito para cargar un coche eléctrico?

Responder a qué potencia necesito para cargar un coche eléctrico depende de una serie de variables como el tipo de punto de recarga, el cargador, la capacidad de la batería o la velocidad de carga, entre otros. A más potencia, menos tiempo necesitas para completar la carga pero no te sirve de nada contar con más potencia si tu coche eléctrico no es capaz de soportarla.

En este artículo queremos mostrarte cómo influyen estos conceptos en la potencia que vas a necesitar, por lo que haremos un repaso por las distintas ubicaciones posibles de los puntos de recarga, los tipos de cargadores o las distintas capacidades de batería de los coches eléctricos e híbridos enchufables.

Potencia necesaria para cargar un coche eléctrico según la ubicación de punto de recarga

La ubicación donde se encuentre el punto de recarga es un factor que va a determinar la potencia necesaria para asegurar una correcta carga de tu vehículo eléctrico.

Así las cosas, estas ubicaciones son principalmente tu casa, en espacios públicos, en aparcamientos privados y en electrolineras.

En casa

Realizar la operación de carga de tu coche eléctrico en casa es la opción más cómoda y más práctica. Tú decides el momento y esta decisión puede suponer que los momentos elegidos no sean una opción válida para otras alternativas. El ejemplo más claro es durante la noche.

Excepto si vas a realizar un viaje de muchos kilómetros, en principio la opción doméstica es adecuada y suficiente para completar tus necesidades.

En este caso si cuentas con tiempo para llevar a cabo una carga más lenta con una potencia de entre 3,7 y 7 kW será suficiente. Si estás más apurado y necesitas realizar una carga rápida, entonces la potencia requerida oscilará en la horquilla de entre 7 y 22 kW.

En espacios públicos

Aquí nos referimos a centros comerciales, hoteles, oficinas, grandes supermercados, cines, etcétera.

Una de las bondades de los llamados “puntos de carga de oportunidad” es que te permiten recargar tu vehículo mientras tú estás completando otras tareas: trabajar, hacer las compras, comer, descansar o disfrutar de tu ocio.

Pero sin duda su mayor atractivo reside en que muchas veces son gratis al entenderse como un extra de valor del propietario del espacio en concreto.

A la hora de calcular la potencia hay que tener presente el número de vehículos que se puedan cargar a la vez y la velocidad de carga que busquen los usuarios.

Por ejemplo, en el caso de los aparcamientos de empresas, estos deben contar un punto de recarga por cada 20-40 plazas y un punto adicional por cada 40 plazas extra. En cuanto a la potencia mínima exigida es de 11 a 22 kW. 

En aparcamientos privados

Ante la creciente demanda, empiezan a ser posibles opciones hasta ahora inexistentes como el alquiler de plazas de garaje privadas que incluyen un punto de recarga y un equipo de uso exclusivo para tal fin.

Esta opción cobra total sentido si analizamos el número de inmuebles (generalmente más antiguos) que no cuentan con aparcamiento propio o aquellos en los que la instalación de un punto de carga es inviable. 

El alquiler mensual de esta solución suele incluir por lo general 160 kWh de energía para recargar al mes lo que equivale a unos 1.000 kilómetros de autonomía en circulación. La potencia normalmente contratada es de 7,4 kW.

Otra de las ventajas que ofrece el alquiler de aparcamientos privados para recarga de vehículos eléctricos es que no exigen permanencia pudiendo resolver el contrato cuando las partes consideren.

Ciudades como A Coruña, Alicante, Barcelona, Madrid, Marbella o Pamplona, entre otras, ya se han sumado a esta iniciativa.

En electrolineras

Las electrolineras son el equivalente a las gasolineras tradicionales donde repostas el combustible para tu coche de combustión. 

Según acordó la Unión Europea, las estaciones de carga de vehículos eléctricos –electrolineras– deberán estar presentes cada 60 kilómetros para el año 2026 a fin de hacer viable el desplazamiento en este tipo de vehículos dentro del territorio europeo.

Además de la incorporación de puntos de recarga eléctrica en los centros de repostaje tradicionales, el plan contempla la creación de parques de recarga eléctrica específicos.

Como es lógico pensar, no se trata de puntos de carga lentos y ofrecen distintas opciones que llevan asociadas una potencia superior a la que ofrecen los puntos domésticos.

Así una carga semirrápida se asocia a unos 22 kW, una rápida a 50 kW, una superrápida a 150 kW y la ultrarrápida a entre 350 y 400 kW.