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Sobrecalentamiento en la caldera: causas y soluciones

El sobrecalentamiento en una caldera es un problema común que puede derivar en un mayor consumo y fallos graves si no lo detectas y actúas a tiempo.

Un incremento de la temperatura interna de la caldera se asocia a fallos en el termostato, obstrucciones en el intercambiador de calor o puede afectar a las bombas de circulación, comprometiendo la integridad del sistema.

Por ello, en este artículo, vamos a explorar las causas más frecuentes de sobrecalentamiento, así como soluciones prácticas para que puedas mantener tu caldera en condiciones óptimas.

Causas del sobrecalentamiento en la caldera

Sobrecalentamiento de caldera

Una caldera puede sobrecalentarse por diversos motivos, muchos de ellos implicados con un flujo de agua inadecuado. Te enumeramos los más habituales seguidamente.

Falta de caudal de agua

La falta de caudal de agua es una de las principales causas del sobrecalentamiento de una caldera de gas, pues al no circular correctamente y en la cantidad necesaria, el calor que genera el quemador no se disipa adecuadamente.

Esto puede aumentar considerablemente la temperatura y provocar averías o exponerte a riesgos mayores.

Fallos en el termostato o error en la calibración

También puede ocurrir que el termostato esté averiado y no mida correctamente la temperatura.

Esto puede ser muy peligroso porque el sistema no va a poder detectar si la caldera está funcionando a temperaturas demasiado altas.

Bomba de circulación defectuosa

Este componente resulta esencial para el flujo de agua en el sistema y si no funciona correctamente, puede sobrecalentar la caldera de gas.

Como hemos visto hace unas líneas, un caudal de agua insuficiente genera un aumento rápido de temperatura.

Aire en el sistema

Si se acumula aire en las tuberías del sistema puede reducir el flujo de agua y provocar un sobrecalentamiento en la caldera.

Por ejemplo, las bolsas de aire en los sistemas se mezclan con el agua y pueden favorecer la corrosión interna, lo que puede dañar no solo las tuberías, sino el intercambiador.

Para evitarlo es conveniente purgar los radiadores cuando detectes que no calientan lo suficiente en ciertas áreas o si escuchas goteos o gorgoteos en su interior o golpes en las tuberías.

Suciedad en el intercambiador

El intercambiador de una caldera es el componente en el que se calienta el agua. En los casos en los que se acumula suciedad de todo tipo como sarro, cal, residuos u óxido, esta transferencia de calor deja de ser eficiente.

Por este motivo, el quemador trabaja con mayor intensidad para alcanzar la temperatura objetivo provocando un mayor consumo, pudiendo originar un sobrecalentamiento en el sistema y un mayor desgaste de otros componentes.

Presión del sistema inadecuada

Una presión más baja de lo recomendado por el fabricante va a reducir la fuerza con la que el agua se desplaza por el circuito, aumentando el riesgo de fuga de vapor o rotura de ciertos componentes si la temperatura sube demasiado.

Si la presión es demasiado alta también es problemática, de hecho la caldera puede dejar de funcionar para evitar sufrir daños.

Generalmente, la presión de una caldera de gas debe situarse entre 1 y 2 bares.

Fugas de agua en el sistema

A lo largo de esta enumeración de causas del sobrecalentamiento en una caldera estás pudiendo comprobar lo importante que resulta mantener un flujo de agua adecuado en el sistema.

Otro de los factores que pueden alterarlo negativamente es que haya fugas de agua en alguna parte del circuito que baje el caudal y aumente la presión.

Mal funcionamiento de la válvula de seguridad

Cuando la válvula de seguridad está defectuosa o bloqueada, no libera el exceso de presión o temperatura de la caldera de manera automática. Esto puede provocar graves problemas en el sistema, incluido el sobrecalentamiento.

Sobrecarga de demanda

A pesar de que una demanda excesiva no es necesariamente una causa directa de sobrecalentamiento, sí puede contribuir a él cuando la caldera o alguno de sus componentes no funciona de manera adecuada y no se evita la acumulación de calor automáticamente.

Piensa que una demanda intensa va a obligar a la caldera a trabajar de manera continua y al límite de su capacidad.

Soluciones para el sobrecalentamiento de una caldera

En los apartados siguientes te hablamos de soluciones eficaces para conseguir un funcionamiento seguro y eficiente de tu sistema de calefacción y/o Agua Caliente Sanitaria (ACS).

Mantenimiento preventivo regular

Algunas tareas específicas que forman parte de un mantenimiento preventivo regular son:

  • Revisión del termostato y las válvulas de seguridad.
  • Inspección de la bomba de circulación.
  • Verificación de que la presión y la temperatura se encuentran en valores adecuados y son estables.

Limpieza y purga de los componentes

Dentro de la prevención, la limpieza de quemadores y conductor de humo, es indispensable. Asimismo, es importante que mantengas tus radiadores purgados para favorecer la correcta circulación del agua.

Otra verificación es la de comprobar que las tuberías y conductos no están obstruidos con desechos y sedimentos.

Control de la demanda

La sobreexigencia en cualquier tipo de equipamiento es siempre desaconsejable, de modo que intenta evitarla.

Si consideras que tu calefacción es insuficiente para lograr un confort térmico en tu vivienda, analiza si la distribución del calor es eficaz, los elementos se encuentran convenientemente dimensionados o si debes pasarte a un sistema más eficiente.

Optimización del termostato y el sistema de seguridad

La tecnología puede ayudarte a evitar el sobrecalentamiento de tu caldera.

Un ejemplo de ello son los termostatos programables que te permiten regular y monitorear la temperatura eficientemente, equilibrando la demanda y adaptándola a tus necesidades reales.

Por otro lado, puedes instalar sistemas de detección de fugas de agua o de gas para actuar con celeridad antes de que se produzca un aumento de temperatura excesivo en tu caldera.

¿Cómo detectar el sobrecalentamiento de una caldera?

Presta atención a los siguientes indicadores que te avisan de que tu caldera se está sobrecalentando:

  • La temperatura sube demasiado deprisa.
  • La válvula de seguridad salta continuamente.
  • Expulsión de agua por la válvula de seguridad.
  • La caldera se apaga sin explicación y no tienes calefacción y/o agua caliente.
  • Presión inestable que sube y baja sin razón aparente.
  • La caldera hace ciclos cortos repetidos, es decir, se enciende y apagada continuamente.

¿Una caldera puede explotar?

La respuesta es sí, una caldera puede explotar por un exceso de presión, acumulación de vapor o una mala combustión de los gases. Pero queremos tranquilizarte porque se trata de un evento raro.

Actualmente, las calderas de gas cuentan con sistemas de seguridad e indicadores eficaces para evitar este tipo de consecuencias. De hecho, ante la menor anomalía, la mayoría van a dejar de funcionar automáticamente.

Ahora bien, debes ser consciente que una manipulación inadecuada o un mantenimiento insuficiente del sistema y sus componentes te exponen a ciertos riesgos.

Para contar con un sistema en forma, realiza las inspecciones periódicas de gas y mantenimientos previstos por la normativa y el fabricante, y valora contratar un servicio mantenimiento de gas preventivo con tu suministradora de gas o una empresa autorizada de tu confianza.

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