
El Interruptor General Automático es un dispositivo que por seguridad corta el suministro eléctrico en caso de aumento excesivo de potencia.
El impuesto eléctrico, también conocido como impuesto especial sobre la electricidad, es un gravamen que abonan en España todos los consumidores de luz, independientemente de su tarifa de luz o compañía.
El impuesto eléctrico es un tributo especial regulado por el Gobierno que grava el coste de fabricación de dicho suministro, de ahí que también se le conozca como Impuesto sobre la electricidad.
Nace en 1998 y queda recogido en la Ley 66/1997, de 30 de diciembre) para ayudar a financiar la minería del carbón en España.
Las características de este gravamen se han ido actualizando a lo largo del tiempo para adecuarse a las directivas europeas en materia de energía, pero sigue manteniendo su carácter primigenio como tasa que grava la generación de energía eléctrica.
Otra de sus principales características es que es un impuesto que aparece en todos los recibos de la luz, independientemente de tu tarifa eléctrica o compañía, y corresponde a un 5,11% –exactamente el 5,11269632%– del término de potencia y de consumo.
Hay que destacar que desde septiembre de 2021, y de manera excepcional debido al fuerte incremento de los precios de la electricidad y el gas, el Gobierno ha rebajado este impuesto del 5,11% al 0,5%, mínimo legal, en principio hasta el 30 de abril de 2022.
El impuesto eléctrico tienen que abonarlo todas aquellas personas o entidades que hayan contratado un suministro de electricidad, independientemente de sus consumos de luz.
Aunque es un impuesto especial de fabricación, busca desincentivar el consumo de electricidad y promover un uso responsable de los recursos energéticos, ayudando al mismo tiempo a sufragar el mantenimiento del sistema.
En realidad, nuestra compañía de luz, al igual que con el IVA, recauda este importe en nombre del Gobierno, a partir de la potencia que tengamos contratada y los consumos realizados en cada factura.
Teniendo esto último en cuenta, se impone una breve aclaración sobre los dos términos mencionados.
El término de potencia es el precio que cada consumidor paga por la cantidad de kW (kilovatios) de energía eléctrica que tiene contratados.
La potencia contratada influye directamente en el número de aparatos que el usuario puede tener conectados al mismo tiempo.
Si necesitas ampliar la información sobre la potencia eléctrica te recomendamos echar un vistazo a estos artículos de nuestra sección de trámites:
El término de consumo es el importe que el consumidor paga por la energía eléctrica consumida durante un período de facturación concreto y se mide en kWh (kilovatios hora).
A mayor demanda de energía, el término de consumo será también mayor y redundará en una factura a pagar más cara.
Echa un vistazo a nuestro artículo sobre cómo ahorrar en tu factura de luz y aplica nuestros consejos para abaratar tu factura.
El impuesto eléctrico, tal y como se refleja en la propia factura, se aplica sobre el total del importe del término de potencia (costes fijos por potencia contratada) y del término de consumo eléctrico (costes variables según el consumo realizado).
Esta sería la fórmula a aplicar en cada factura de la luz:
(Coste potencia facturada + coste energía facturada) * 5,11%
Recordemos que en estos momentos y hasta el 30 de abril de 2022, este porcentaje a aplicar será del 0,5%.
El Interruptor General Automático es un dispositivo que por seguridad corta el suministro eléctrico en caso de aumento excesivo de potencia.
El interruptor diferencial es el dispositivo encargado de proteger la instalación de luz de posibles fugas de corriente u otras anomalías.
El impacto medioambiental es la alteración del medio provocada directa o indirectamente por la actividad humana en un hábitat determinado.