
Los vampiros eléctricos existen y consumen electricidad aún cuando no están funcionando. Hay soluciones como los enchufes inteligentes o la domótica.
El coeficiente de simultaneidad es un factor que se utiliza en el diseño de instalaciones eléctricas para prever la potencia necesaria de una vivienda o inmueble.
Gracias a este coeficiente puedes calcular la demanda de luz de una instalación sin caer en el error de sobredimensionarla y, por consiguiente, pagar más energía de la necesaria.
Por ello, entender qué es el coeficiente de simultaneidad y cómo se calcula te va a permitir tomar mejores decisiones respecto a tu instalación eléctrica.
El coeficiente de simultaneidad es un cálculo que determina la potencia eléctrica máxima que puede soportar una instalación basado en la probabilidad de uso de equipamientos eléctricos de manera simultánea.
De manera algo más técnica, puede definirse como la relación entre la potencia máxima demandada en un sistema y la suma de potencias nominales de los receptores que pueden estar conectados al mismo tiempo.
En ese sumatorio se incluyen todos los equipamientos eléctricos de una vivienda, es decir, se suman las potencias de los sistemas de calefacción, los electrodomésticos, las lámparas, etc.
Esa parte que prevé la potencia eléctrica que se puede necesitar va a ser un número real menor de 1 (que representa la totalidad) y en positivo (puesto que sin consumo no se puede dar este coeficiente).
El coeficiente de simultaneidad ayuda a dimensionar de manera adecuada una instalación eléctrica que pueda conectarse aleatoriamente a varios aparatos, es decir, que no describe siempre las mismas pautas de consumo eléctrico, pero sí existe una tendencia general de consumo.
Se puede calcular utilizando dos tipos de datos: empíricos, que combinan experiencia y mediciones reales, y normativos, propuestos por regulaciones y normas específicas, según si se aplica a viviendas y edificios de viviendas, locales comerciales, industrias, etc.
Así pues, en proyectos eléctricos, el coeficiente de simultaneidad se fija en relación con el tipo de instalación y uso previsto basándose en tablas y prescripciones recogidas en las Instrucciones Técnicas Complementarias (ITC-BT) del Reglamento Electrotécnico para Baja Tensión (REBT), en concreto la ITC-BT-10.
Su aplicación ayuda a optimizar el diseño de las redes eléctricas, reduciendo su consumo y las pérdidas de energía, y ayudando a realizar un uso optimizado de los recursos.
La Instrucción Técnica Complementaria ITC-BT-10 proporciona una tabla que relaciona el número de viviendas con el coeficiente de simultaneidad aplicable para obtener la carga total de un conjunto de viviendas.
Esta carga se obtiene multiplicando la media aritmética de las potencias máximas previstas en cada vivienda, por el coeficiente de simultaneidad de la siguiente tabla:
Nº de viviendas |
Coeficiente de simultaneidad |
---|---|
1 |
1 |
2 |
2 |
3 |
3 |
4 |
3,8 |
5 |
4,6 |
6 |
5,4 |
7 |
6,2 |
8 |
7 |
9 |
7,8 |
10 |
8,5 |
11 |
9,2 |
12 |
9,9 |
13 |
10,6 |
14 |
11,3 |
15 |
11,9 |
16 |
12,5 |
17 |
13,1 |
18 |
13,7 |
19 |
14,3 |
20 |
14,8 |
21 |
15,3 |
n>21 |
15,3 + (n-21) x 0,5 |
Dado que el coeficiente de simultaneidad evita el sobredimensionamiento o el infradimensionamiento, las instalaciones pueden ser más eficientes y menos contaminantes, pero sin comprometer la seguridad y operatividad del sistema eléctrico.
Al ajustar la potencia exactamente a las necesidades de consumo se evitan picos de demanda que pueden sobrecargar la red eléctrica.
De este modo, ayuda también a planificar el almacenamiento y distribución de la energía en sistemas de energías renovables, al calcular con precisión los sistemas de respaldo necesarios.
El coeficiente de simultaneidad, como acabamos de ver, es un cálculo que ayuda a estimar la potencia máxima que se puede necesitar en una vivienda, ayudando a dimensionar de manera eficiente la instalación eléctrica.
Por su parte, el factor de simultaneidad se utiliza principalmente en redes eléctricas más grandes (como edificios, industrias o barrios) con el objetivo de estimar la demanda de varios consumidores conectados. No obstante, también puede usarse en viviendas individuales, por ejemplo, para cálculos de carga máxima esperada.
Si bien es cierto que ambos factores ayudan a planificar el consumo eléctrico, se aplican en contextos diferentes y en el ámbito doméstico suele utilizarse el coeficiente de simultaneidad.
En todo caso, para conocer el factor de simultaneidad de tu vivienda tienes que dividir la potencia máxima simultánea esperada entre la suma de potencias nominales de todos los aparatos eléctricos de tu casa. Es importante que los incluyas todos, hasta las bombillas y pequeños electrodomésticos.
En ocasiones tiende a concluirse que el factor de simultaneidad es un cálculo menos realista, por utilizar una estimación como la potencia máxima simultánea esperada, pero hoy en día, esta potencia se basa en estudios reales.
De manera resumida, el coeficiente de simultaneidad se calcula dividiendo la demanda máxima (suma de la potencia de los aparatos que utilizas a la vez) entre la suma de la potencia nominal de todos los electrodomésticos de tu vivienda.
La fórmula es la siguiente:
Coeficiente de simultaneidad (Ks) = Potencia máxima simultánea utilizada / Suma de la potencia nominal de todos los aparatos eléctricos |
Para que aprendas a calcularlo, te indicamos los pasos a seguir con un ejemplo práctico.
De manera orientativa, la potencia de los electrodomésticos de uso habitual en los hogares es la siguiente:
Electrodoméstico |
Rango habitual de potencias expresada en vatios (W) |
---|---|
Frigorífico |
250 - 350 |
Televisor (smart TV) |
150 - 400 |
Lavadora |
1.500 - 2.200 |
Vitrocerámica |
900 - 2.000 |
Microondas |
800 - 1.500 |
Horno |
1.000 - 2.200 |
Freidora de aire |
800 - 2.000 |
Lavavajillas |
1.500 - 2.500 |
Aspiradora |
1.200 - 1.800 |
Iluminación |
5 - 15 |
Calefacción |
1.000 - 2.500 |
Aire acondicionado |
900 - 2.000 |
Vamos a tomar como datos la potencia inferior de cada uno de estos ejemplos. Las sumamos y obtenemos la potencia nominal total: 9.110 W (9,110 kW).
En todo caso, puedes encontrar la potencia nominal en la etiqueta o las instrucciones de cada aparato. Recuerda que debes incluirlos todos, en la tabla solo hemos listado los más usuales en una vivienda.
El siguiente paso es detectar cuáles son los electrodomésticos que sueles utilizar habitualmente. Este ejercicio te va a permitir, además, analizar tus hábitos de consumo.
Vamos a suponer que sueles utilizar simultáneamente estos electrodomésticos: frigorífico (250 W), televisor (150 W), lavadora (1.500 W), vitrocerámica (900 W), iluminación (5 W) y un sistema de climatización (1.500).
La suma de sus potencias va a ser de: 5.510 W (5,510 kW). Este valor es la potencia máxima simultánea.
Para obtener el coeficiente de simultaneidad de tu vivienda, vas a dividir la potencia máxima simultánea (suma de potencias de los aparatos usados simultáneamente expresada en kW) por la suma total de las potencias nominales de todos tus electrodomésticos.
Si nos remitimos al ejemplo que estamos utilizando, esto sería:
A continuación aplicamos la fórmula del coeficiente de simultaneidad: Ks = 5,510 / 9,110 = 0,60. Este resultado significa que en los momentos de mayor consumo, estás utilizando el 60 % de la potencia total de tus electrodomésticos.
Se trata de un resultado típico en los hogares, ya que suele estar entre el 0,30 y el 0,70.
De modo que, para calcular la potencia contratada debes tener siempre en mente la potencia máxima simultánea, en el caso que nos ocupa de 5,510 kW.
Si quieres mantener esos hábitos, debes solicitar una potencia cercana a los 5,6 kW para que no salte la luz al conectar todos los aparatos del ejemplo juntos.
Pero, en caso de que desees ahorrar, puedes cambiar tu potencia de luz y contratar una potencia inferior evitando el uso simultáneo de los equipamientos eléctricos que más gasten.
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